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Ponencia: "Enteros postales de la "Serie Negra" argentina" (1894-96), por Arturo Ferrer |
Tras una época de graves problemas económicos, entre los años 1878 y 1884 se produjo la llamada “Conquista del Desierto”, dirigida por el General Julio Argentino Roca, la cual consistió en una serie de incursiones militares en los territorios de la Pampa y de la Patagonia, dominados hasta aquel momento por los indígenas, con el objeto de dar por término a sus constantes ataques a las estancias y poblados y al mismo tiempo incorporar a los esquemas productivos los territorios conquistados repartiéndolos entre los miembros de la alta burguesía rural. En resumidas cuentas, los argentinos se dieron cuenta de su extraordinario potencial agrícola y decidieron explotarlo al máximo en el afán de no volver a anteriores épocas de gran penuria económica. Los sistemas que utilizaron para ello fueron muy crueles. No es de extrañar que en una época donde todavía la esclavitud era corriente en Sudamérica, y donde equivocadas interpretaciones de las teorías de Darwin, que dieron paso al darwinismo social, encontraron eco en el pueblo “civilizado” de forma que a los indios se les trataba como a seres inferiores, sin derechos de ningún tipo. No obstante, y quizás por estas causas, las operaciones militares resultaron un éxito que animó al Presidente Argentino Roca a iniciar una campaña similar en el Norte. En 1884 el ministro de guerra y marina del presidente Julio Argentino Roca, el general Benjamín Victorica, dirigió una campaña militar que tenía como objetivo llevar la frontera con los indígenas del Chaco hasta el río Bermejo, estableciendo una línea de fortines que llegara hasta Salta.
Con estas bases, la llamada “República Conservadora” se constituyo en una gran productora de carne y grano, productos que exportaban en grandes cantidades a Europa. Lástima que no toda la población pudo disfrutar de estos momentos de bonanza; la riqueza se concentró en unas pocas manos y la diferencia entre las clases sociales se agrandó considerablemente. No obstante, se produjeron importantes corrientes migratorias, de forma que la población argentina, que representaba un 0,13% de la población mundial en 1869, pasó representar el 0,55% de la misma, población que se estabilizó en aquella época.
La prosperidad de la economía impulsó el bienestar social, y con ello la creación de partidos políticos modernos, como la Unión Cívica Radical (URC) y el Partido Socialista (PS) y trajo también consigo un amplio desarrollo de los sindicatos. Entre los presidentes más influyentes del momento puede citarse a Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874) y Julio Argentino Roca (1880-86 y 1898-1904).
Más tarde vendrían periodos más difíciles, pero este es a grandes rasgos el marco histórico en el que vio la luz nuestro entero, en 1894 y bajo la presidencia de D. Luis Suárez Peña y el ministerio de D. Manuel Quintana.
Nació en Buenos Aires el 2 de abril de 1822 y murió en su ciudad natal el 4 de diciembre de 1907 a los 85 años de edad. Fue abogado y Presidente de la República Argentina en el periodo que correspondió gobernar al Partido Autonomista Nacional, el cual estuvo en el poder sin interrupción entre 1880 y 1916. Asumió su mandato que en principio era para un periodo de 6 años el año 1892 y que debía haber concluido el año 1.895, pero renuncio el 23 de enero de 1895 y asumió el poder su Vicepresidente, José Evaristo Uriburu el cual finalizaría la legislatura.
Luis Sáenz Peña era un idealista en un periodo en que la política argentina exigía otro tipo de gobernantes. No había hecho sino comenzar su mandato cuando en julio de 1893 se vio obligado a cambiar todo su equipo de Gobierno, ya que sus Ministros no acataban “que gobernase para todos los Argentinos” como era su intención. Hubo muchas algaradas y los radicales sitiaron “La Plata” y se hicieron fuertes en Rosario; tras muchísimos desmanes y actuaciones militares pudo afianzar el poder y consiguió un gobierno relativamente estable, pero el Congreso de Diputados decidió amnistiar a los líderes revolucionarios. Inmediatamente después presentó su dimisión y la de todo su Gobierno.
Este es el momento histórico en el que empezaron a sobrecargarse para servicio oficial los sobres enteropostales que previamente habían sido retirados de los estancos.
Existen dudas sobre la competencia del Servicio de Correos. En aquella época solía ser competencia del Ministerio de Hacienda. Juan José Romero ocupó ese cargo entre el 12 de octubre de 1892 y el 7 de junio de 1893. Pero por otra parte, podía también serlo del Ministerio del Interior. Del 12 de Octubre de 1892 al 13 de diciembre del mismo año lo fue Don Manuel de Quintana Tomas y del 8 de febrero de 1892 al 14 de junio de 1893, lo fue Wenceslao Escalante.
- Catálogo W. Vasen y H. L. Riese (Pág. 29).
- Catálogo Higgins & Gage (Argentina, pág 14).
- Catálogo Víctor Kneitschel (Tomo II, pág 782).
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En el catálogo Higgins& Gage, solamente se indica que hubo una serie de sellos entintados, sin especificar ni los sellos que la formaban, ni ningún otro dato de referencia como pudiera ser, ¿cómo llegaron a serlo? ¿para que se hicieron? O, ¿qué utilidad se les dio después de su sobrecarga? Aparece un grabado, que se supone que corresponde a la sobrecarga negra; en el lateral de la misma se ve cómo se ha desplazado ligeramente.
Están incluidos dentro de la relación normal de sobres.
En el catálogo W. Vasen y H.L. Riese, tras incluirlos también dentro de la relación normal de sobresm, dice literalmente en su página 32:
"1894/96 Inutilizados con tinta negra: Sobres desmonetizados en 1892, de las emisiones precedentes, utilizados para correspondencia oficial de correos."
Tras ello relaciona los sobres que fueron trasformados, los cuales serían los siguientes:
1) Emisión de 1878 /80. Busto de Nicolás Avellaneda. Figuras 1, 2y 3.
"6" A. 16 centavos verde papel listado.
"7" B. 16 centavos verde papel liso.
Ambos de dimensiones 181/103.-
2) Emisión de 1.882 "cifras" figura 4,5,6.
"10" A. "C" grande abierta circulo 44 piedras 12 c., azul celeste listado.
"11" B. "C" grande abierta circulo 44 piedras, 12 C., azul grisáceo listado.
"12" C. "C" estrecha y cerrada circulo 46 piedras 12c., azul celeste.
"13" D. "C" estrecha y cerrada circulo 46 piedras 12c., gris listado.
3). Emisión 1888/92 Busto de Avellaneda figuras 7, 8 y 9.
"17" A. 10 C. castaño listado
"18" B. 10 C. papel liso.
Dentro de la misma emisión se sobrecargaron también los sellos con el busto del General José María Paz.
En el catálogo, se altera la numeración (desconozco los motivos) 22-19-23.-
"19" A .15 C. azul papel liso.
"22" B. Papel blanco, con filigrana "spicer Brothers" a simple vista 10C. castaño papel liso.
"23" C. 15 C. azul papel liso.
A pesar de que indican que fueron utilizados para correspondencia oficial, en este catálogo se les incluye dentro del apartado "sobres" sin más indicaciones.
Por último en el catálogo Víctor Kneitschel, en su pagina 782, nos dice también que la emisión es de los años 1894-96 insiste en el concepto de que son sobres desmonetizados; en ningún caso se habla de perdida de valor postal, quizás utilizasen este termino tan confuso, por la sobrecarga negra, que tapaba el sello. Con el fin de que fuese destinado únicamente para el correo oficial y dice textualmente "sellos anulados con tinta negra o gris a mano o con pincel usándose para tal procedimiento una plantilla angular".
Dentro de su clasificación incluye todos los ya indicados y hace una nueva aportación, con el sello de JoséMaría Paz, en el anterior se catalogaban dos sobres y en este tres:
Papel listado con filigrana "Spicer Brothers" a doble fila.
8. 15 C. azul, papel azul listado.
Papel unido
a) 15C. azul claro
b) Con filigrana "Spicer Brothers" a trazos simples.
En este catálogo el sobre queda incluido dentro del capitulo destinado a los sobres oficiales.
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Como ya hemos indicado, en los sobres que cambiaron de utilidad pasando a ser de uso "oficial" aparecían impresos cuatro sellos diferentes:
El primero de ellos de la serie 1878-80 "Bustos", el correspondiente al de 16 centavos, busto de Avellaneda, que en principio y de acuerdo con las tarifas de la época debía estar destinado al correo interurbano argentino.
Podemos verlo en los siguientes sobres circulados:
Sobre de 16 centavos papel liso, inutilizado con tinta negra para uso normal y destinado a uso Oficial, circulado por la vía habitual el día 3 de diciembre de 1895 desde Rosario a Arbolito, enviado con dinero al Sr. Jefe Oficial del Timbre.
Sobre circulado a San Carlos del Sur, provincia de Santa Fe y enviado al Jefe de Correos y Telégrafos de la localidad.
Sobre numerado como corresponde al correo oficial y matasellado en la Estación de La Paz el 5 de noviembre del año 1895, enviado al Jefe de la Oficina de Franqueo de Rosario.
Sobre enviado desde Rosario el 27 de octubre de 1895 al Jefe de expediciones del interior de Buenos Aires. En la parte posterior se pueden apreciar dos cuños, uno de ellos de Rosario y el otro indescifrable.
El sello de 12 centavos de la serie "números" de 1888.
Sobre certificado a Londres desde Buenos Aires el 15 de marzo de 1894. Se envía certificado y con tampón tanto en la parte posterior como en el frontal.
Sobre circulado a Buenos Aires. Dirección General de estadísticas (tampones ilegibles).
Sobre enviado de Buenos Aires a Génova con tampón obliterando la sobrecarga impreso en Buenos Aires.
Sobre enviado al Jefe de Correos de Rosario, desde San Lorenzo el 4 de abril de 1894. Obsérvese la bajísima calidad de la tinta con la que fue sobrecargado.
Sobre dirigido desde la Oficina de Certificados de Tucumán el 13 de noviembre de 1895 al Sr. Arterio S. Moreno, (el hecho de que en la parte superior izquierda del mismo indique "servicio" nos hace pensar que dicho señor seria alguien relevante en el mismo).
Utilizado para enviar correspondencia a un particular desde Rosario a Buenos Aires el año 1894, por no contener correspondencia oficial tuvo que ser franqueado.
El sello de 10 centavos de la serie "Bustos" 1892-96, dedicado a Nicolás Avellaneda.
Enviado desde Merlo el 11 de septiembre de 1895 al Jefe de la Oficina de Certificados de Córdoba.
Sobre enviado al Señor Jefe de Expediciones interiores en su oficina de Buenos Aires.
Sobre enviado el 2 de agosto de 1894 al Sr. Director de la Oficina de Telégrafos de Belices.
Sobre certificado con franqueo adicional de 5 ctvos., circulado a Rosario desde Estación Elortondo 20 de mayo de 1898; por error el encargado cobró el porte básico de 5 cents, que estaba subrogado y no cobró los 20 ctvos. de la certificación que debían ser abonados (esta explicación acompañaba al sobre, pero nos extraña, ya hay muchos sobres certificados sin ningún franqueo adicional).
Emisión 1892-96. Sello de 15 centavos de la serie "Bustos" que representa la imagen de José María Paz.
Sobre certificado enviado desde Paraná el 24 de septiembre de 1894 a Buenos Aires. Pese a ser certificado no lleva ningún tipo de sello complementario.
Este sobre tiene como peculiaridad el hecho de que está enviado a nombre de una persona, incluso se indica la calle donde vive, y no consta que tenga ningún tipo de cargo administrativo. Por otra parte también esta matasellada la sobrecarga.
Sobre circulado desde Córdoba, Sucursal Alberti, el 13 de agosto de 1895, sin que se indique nombre ni cargo del destinatario.
Sobre enviado al Jefe del Departamento Nacional de Estadística, circulado en el interior de Buenos Aires, con matasellos Bolsa de Comercio el 13 de febrero de 1.895.
Conclusiones:
La mayoría de estos sobres circularon entre capitales Argentinas aunque también los hubo con recorridos de interior de capital e incluso internacionales, lo que nos indica que fueron aceptados en el extranjero. Además, esto parece indicar también que la tarifa era polivalente.
La mayor parte de los destinatarios eran u organismos oficiales o personas que ocupaban cargos oficiales, aunque también hubo algunos que se utilizaron para enviar correspondencia a particulares, desconocemos si de origen oficial o también privado.
Existen algunos a los que se les añadió un complemento de franqueo. Las causas por las que se hizo, parecen confusas, o bien que necesitaban dicho complemento para ser certificados o bien cualquier otra que desconocemos.
La mayoría de ellos circuló en torno al año 1895.
En 1888, seis años antes de que sobrecargasen los sobres que estamos estudiando, se sobrecargaron también unas tarjetas postales, de la serie de Juárez Celman, del mismo año, con las frases "Presidente de la República" y "Vicepresidente de la República" para el uso exclusivo de dichas autoridades.
Estos enteros no los menciona el catálogo Higgins & Gage; en cuanto al catálogo W. Vasen y H.L. Riese, éste los incluye en su página 12 dentro de la sección "Cartas postales", sin abundar en más explicaciones.En cuanto al catálogo Víctor Kneitschel, los incluye en la pagina 810 dentro del apartado "Cartas postales para el servicio Oficial", al igual que en su momento hiciera con los sobres de la Serie Negra.
Estos enteros, que tuvieron una vida similar a las cartas de la Serie Negra, son totalmente admitidos, y las más altas autoridades del mundo de los enteros postales no ponen la más mínima pega para incluirlos dentro de dicha denominación.
Quizás ello se deba a que la sobrecarga estéticamente está más conseguida, o puede ser que en su forma de incluirlos en los catálogos no se utiliza la desafortunada palabra "desmonetizar". Lo cierto es que su vida postal fue muy parecida a la de los sobres de la "Serie Negra"; la única diferencia es que como los sobres fueron utilizados por los empleados, por lo que se ve no se molestaron en hacer unas sobrecargas algo más estéticas.
Los filatelistas que no están dispuestos a incluir la "Serie Negra" dentro del grupo de los enteros postales, defienden su opinión con varios argumentos, algunos muy peregrinos, otros más motivados y reflexivos.
Quizás el más -a mi modo de ver ridículo- se basa en la "belleza" de sus ejemplares. Recuerdo que en cierta ocasión un muy conocido y prestigioso jurado FIP, ante una vitrina en la que se estudiaba esta serie, dijo... "Pero si esto parece un cementerio...". En fin, este tipo de opiniones tan peregrinas, en mi opinión, no merecen la pena ni de ser estudiadas.
El núcleo más consistente, y que sí merece ser estudiado, es el de aquellos que mantienen que los sellos quedaron anulados mediante la sobrecarga que se utilizó para que los funcionarios no convirtiesen otra vez los enteros oficiales en privados, quedando así sin valor, por lo que dejaron de ser enteros. Mantienen esta opinión en las referencias de los catálogos de Argentina, que indican que los sellos fueron "desmonetizados". Esto es, al no pagar ninguna cantidad por la contraprestación, incumplían una de las premisas más importantes para que un efecto postal sea considerado como entero. Este argumento esta razonado y en parte sería admisible si en ese momento y después de haberles añadido la nada estética sobrecarga (hay que reconocer que en parte los "estetas" tienen razón) se hubiesen destruido o almacenado en un depósito, pero no fue así; a los sobres se les dio una nueva vida como enteros postales oficiales, y circularon con normalidad, al igual que otros que hemos estudiado (ver enteros "Presidente" y "Vicepresidente").
El término "desmonetizado" quizás no sea del todo correcto. En parte es un sinónimo de "devaluado", pero sólo en parte. Devaluado significa la pérdida de valor, esto es, la inutilidad de un producto; sin embrago, algo desmonetizado, no tiene por qué perder su valor, sino simplemente puede ser que adquiera otra utilidad fuera del campo meramente económico.
En los catálogos argentinos se marca claramente la andadura de estos enteros:
1) Fueron tratados como enteros normales.
2) Una vez que se sobrecargaron se les incluyó dentro del grupo de los "oficiales", pero se les sigue estudiando como tales.
En su afán de sacarlos del contexto de los enteros, quizás por su fealdad –indiscutible-, hay también opiniones que mantienen el criterio de que circularon como franquicias. En los muchos ejemplares que se exhiben en este trabajo y en los bastantes más que he visto y poseo, no he encontrado nunca ninguna marca postal que así lo indique, aunque por lo general el Correo argentino las utilizaba para ese tipo de envíos no pagados con dinero.
La teoría Ross Towle: Una de las personalidades más destacadas dentro del pequeño mundo de los enteros postales es sin lugar a dudas el señor Towle, recientemente elegido miembro del Grupo de Trabajo de la FIP en por Lars Engelbrecht; le ha sido encomendado el estudio de los casos complicados de identidad dentro de los enteros postales. Pues bien, en la reciente charla que ofreció en Yakarta, citó algunos de los enteros postales que le causaban dudas, entre ellos estaba en una diapositiva uno correspondiente a esta serie (la cual se puede ver un poco más adelante en este trabajo), el señor Towle argumentaba -sin complicarse demasiado- que no era entero postal por carecer de sello.
Realmente no llegué a entender muy bien lo que dijo, porque tener sello sí que lo tiene (en los ejemplos que se citan en este trabajo de sobrecargas mal hechas, se pueden ver sin dificultad parte de los mismos). Towle no comento nada sobre la forma en que circularon ni dio más detalles; no obstante, me quedé con la curiosidad de saber lo que hubiese pensado si en lugar de haber sido sobrecargados con una marca tan burda, hubiesen puesto encima de la estampilla, por ejemplo la palabra "Oficial" u otra similar. Quizás en tal caso los hubiese incluido dentro del grupo.
Por otra parte, el sobre que utiliza para el ejemplo es realmente curioso. Coincide con uno exhibido en este trabajo; va destinado a la oficina de Rosario y lleva el mismo franqueo. La única diferencia es que el que he presentado yo con anterioridad pertenece a uno de los sobrecargados de la serie "Números" y el que él exhibe es de la serie "bustos", más concretamente el de Avellaneda. Según el filatélista que estudió mi sobre, el sello añadido corresponde a un plus que se debía pagar por el envío certificado, habiendo un error en el mismo por parte del cartero ya que debía completado la tarifa con un sello de mayor precio. Estimo que es raro que haya dos errores similares...
No obstante si el señor Towle quiere con este ejemplo dejar constancia de que necesitaban ser franqueados para circular, a mi modo de ver está equivocado, ya que son muchos los circulados (incluso al extranjero) y muy pocos los que ostentan franqueo complementario.
En fin. A mi entender, sello tienen, sobrecarga también y con el sello sobrecargado circularon dentro y fuera de Argentina.
La opinión del experto en Enteros Postales Ross Towle es que si el sello ha sido anulado, no se trata de enteros postales. Literalmente afirma: "Si no hay sello, no hay valor" (y se sobreentiende que, por lo tanto, no hay enteropostal).
A continuación podran ver la presentación completa de la charla que el Sr. Ross A. Towle dio en Yakarta.
En e-mail enviado el día 23 de junio del año 2008 el ilustre investigador argentino, en relación con la "Serie Negra", comentaba:
"En relación con el tema que nos interesa, le comento: según consta en el libro "valores postales" del Dr. Carles, quien fuera Director de Correos allá por 1893, se realiza una profunda reforma postal en el año 1892, que entre otras cosas suprime todos los valores postales existentes para la circulación sean ellos estampillas o enteros postales, que serán reemplazados por la serie definitiva llamada "Próceres" (Belgrano, Rivadavia, y San Martín) la que deja sin valor postal a partir del día 1 de enero de 1893, a la totalidad de los valores postales y que, dicho sea de paso, eran incluso los sellos clásicos nacionales. Entonces el doctor Carles envía estos libros con los nuevos sellos y enteros con sobrecarga "muestra" para cada unidad postal con el fin de que allí reconozcan los únicos valores en circulación. Estos son los libros que conocemos en la actualidad.
Ahora bien, esto significo que en el Correo se anulasen esos enteros y que no fueron sobrecargados, ya que no se les modifica el valor o la imagen, sino que son tapadas sus ilustraciones con tinta negra, pincelados manualmente apoyando un ángulo inverso al de la ubicación de la viñeta (lo cual explica las diferencias de tamaño). Nótese que hay algunas variedades curiosas como anulación en ángulo inverso; también es de entender que el método sea manual y no mecánico, dada la diferencia de tamaño de los enteros e incluso el tamaño de las viñetas (no son lo mismo las de Kidd o las de American Bank por ejemplo).
Hay que recordar que hay algunos enteros no listados en catálogos y que demuestran que anularon todo lo que tenían a mano, por más que la cantidad en existencia era exigua en el momento de la anulación. Bien ya hemos hablado de su nacimiento, razones y existencia. Ahora veremos la utilización que de ellos se hizo. El Correo dispuso entonces de una cantidad de estos enteros para el uso oficial interno, los cuales se distribuyeron por las diversas oficinas del territorio, lo que nos proporciona a los filatelistas una hermosa cantidad de marcas postales, algunas muy raras y otras rarísimas, ya que fueron aplicadas en oficinas interiores de correos que no anulaban estampillas por ser comunicaciones internas propias.
Bien esta es la realidad objetiva, ahora los filatelistas podemos discutir subjetivamente:
Según mi humilde parecer, esas piezas fueron y son enteros postales (independientemente de quien las utilizara -particulares, organismos oficiales o el Correo- su uso fue postal, no se les anuló para guardar enseres o pordivertimento; fueron anulados para no evitar confusión en el Correo, ya sea por tener visible valores postales que ya no estaban en uso, o para dar uniformidad al conjunto de los mismos, pero su uso fue postal.
¿Acaso los otros enteros con sobrecarga "Servicio Oficial" o "Ministeriales" no son enteros? ¿sólo lo son los que despachaban los particulares? Entonces, ¿tampoco lo son los de Presidencia y Vicepresidencia de la nación? ¿Tampoco los abonos a casillas? Así pues lo serían mucho menos los boletines de ahorro postal o los bonos postales y así podemos continuar."
Y esta es la muy interesante opinión del Señor Carlos Chiavello, que coincide con la mía en el hecho de que si los ejemplares pertenecientes a la "Serie Negra" no son enteros postales tampoco lo son los de Presidencia y Vicepresidencia (tan alabados por alguno) y otros varios.
Recuerdo perfectamente mi intervención en la reunión de la Comisión de Postal Stationery (enteros postales) donde el conferenciante (Sr.Ross A. Towle), explicó qué es lo que se podía exhibir como entero y qué no debía exhibirse.
Mi argumento fue el siguiente: Con respecto a los enteros postales argentinos cuyo sello ha sido anulado para su uso oficial por el Correo, un limitado número de estos debe ser aceptado para ser exhibido, puesto que:
1) La anulación del sello está hecha sobre lo que sin duda es un entero postal. Por lo tanto, para mostrar la historia de que puede ocurrir con un entero postal:
a) puede quedar sin uso.
b) puede ser usado sin sellos adicionales.
c) puede ser usado con sellos adicionales para cubrir una tarifa.
d) puede ser para cumplir con servicios especiales como certificados y expresos.
e) puede ser desmonetizado, anulando el sello para ser utilizado como entero sin un valor postal monetario (esto es, porteo libre).
f) el desmonetizado puede ser usado por el correo.
g) ese desmonetizado puede ser utilizado por un particular que debe agregar un sello para pagar la tarifa.
Sin duda estas tres últimas formas no hacen más que mostrar la historia de ese entero postal.
Estimo que no debería presentarse una colección de esos "enteros", pero creo tienen cabida en una colección de enteros de Argentina algunos que demuestren que esa fue también la evolución de los enteros básicos.
La Comisión de Enteros Postales de la F.I.P.en sus "Definición and Nature of Postal Stationery" afirma: Official service Issues: Stamped stationery produced for the use of Government Departments only imprinted stamps may be similar to those found Post Office issues or of special design.Alternatively, Post Office issues may be adapted for Oficial Service by overprinting etc."
En mi opinión es igual a un entero cuyo valor sea 0 o "Libre de portes" por tratarse de una pieza oficial del Correo."
Tras haber revisado con detenimiento todos los trabajos enviados por los amigos colaboradores y haber oído un buen número de opiniones de signo diferente, creo que la "Serie Negra" se debe incluir entre los enteros postales, y más concretamente entre los enteros postales "Oficiales", porque cumple con los requisitos básicos exigidos a este tipo de documentos, esto es, que tuviesen un sello o marca impreso, que fueran utilizados por la Administración para su servicio particular y por último que circulasen y fuesen admitidos por los organismos postales.
Avalan mi opinión también los siguientes argumentos:
La tradición argentina
Como he indicado cuando he escrito sobre los catálogos argentinos, en todos ellos constan como enteros postales y tanto en el catálogo "W.Vasen H.L.Riese" como en el "Kneitschel" los incluyen en el grupo de los destinados a servicios oficiales. En el catálogo "Higgins & Gage" simplemente se limita a mencionarlos sin indicar su uso.
Si tradicionalmente y por unanimidad han sido considerados como enteros, es lógico que lo sean, ya que tantos y tan importantes investigadores filatélicos no pueden estar equivocados, más aún si tenemos en cuenta de que en la época en la que se realizaron esos estudios es posible que tuviesen fuentes de información que debido a las circunstancias, nosotros no podemos consultar en la actualidad.
Hoy día son varias las tendencias que se dan entre los filatelistas argentinos. La inmensa mayoría reconoce que son enteros postales aunque los argumentos en los que se basan para realizar dicha afirmación son diferentes.
Su uso
A través de los muchos ejemplares que nos han llegado, se puede apreciar que no solamente -y sin ningún tipo de franqueo complementario- se utilizaban en la Argentina, sino que incluso fueron enviados al extranjero, donde se admitieron sin franqueo complementario por otros países de la comunidad postal internacional, lo que implica un tácito reconocimiento de la organización postal internacional.
Por lo que hemos podido constatar, solamente fueron franqueados por dos razones:
1) Uso privado, esto es, del funcionario que los utiliza como sobres para su uso particular.
2) En ocasiones cuando fueron certificados o utilizados en servicios de mayor coste de lo previsto.
En el resto de ocasiones circularon sin ningún tipo de problemas por la red nacional, sin ningún otro tipo de signo o señal. No es preciso decir que los sobres sin ningún tipo de franqueo no lo hacían entonces, de lo cual deduzco que la señal de franqueo era la sobrecarga negra, que había sido impresa para detraer esos sobres de la circulación normal y para que fuesen utilizados para el Servicio Oficial.
El Reglamento actual
El Reglamento actual en su apartado 1.2 dedicado a la disponibilidad y la utilización, en el 2º subapartado (Reglamento anterior apartado "B" que no ha sido modificado) dice textualmente:
"Enteros postales para el uso exclusivo de departamentos gubernamentales. Los sellos impresos pueden ser similares a los encontrados en las emisiones de correo o de un diseño especial. Alternativamente las emisiones postales pueden adaptarse para el servicio oficial mediante sobreimpresión, etc..."
No cabe duda que este es uno de los casos contemplados en este párrafo, esto es, "un entero postal al que se le ha cambiado de uso mediante una sobreimpresión".
Una palabra incorrecta
Quizás una de las posibles causas de la confusión que ha habido sobre este entero sea el término "desmonetización" utilizado por lo general en los catálogos. Esa palabra según la Real Academia Española de la Lengua, tiene un significado que poco o nada tiene que ver con el tema, ya que "desmonetizar" significa "Abolir el empleo de un metal para la acuñación de moneda" y "desmonetización" significa acción o efecto de desmonetizar". Indiscutiblemente los enteros postales no se hicieron con metal.
Es de suponer que los técnicos argentinos pudieron utilizar el tema en el sentido de que a los enteros se les privo mediante la sobrecarga de su valor originario, y así fue, ya que se les destinó a otra tarea.
De todas formas ¿qué sentido tiene tomarse el trabajo de inutilizar a mano cientos de enteros, pudiéndolos ser destruidos con más rapidez y eficacia incinerándolos? Pienso que realmente sería una perdida absurda de tiempo y dinero.
La trasformación se hizo debido en parte a las circunstancias económicas las cuales, como ya hemos indicado en este estudio, eran catastróficas, y así y tras la publicación de una nueva emisión con valores de coste más alto, se reciclaban unos sobres para el Servicio Oficial, como sucedió.
Por las líneas de correo argentino no circulaba cualquier sobre por el hecho de serlo, sino aquellos que tenían ese binomio sello-marca que los identificaba como "Correo Oficial". No cabe duda de que hubiese resultado mucho más estético y quizás nos hubiese ahorrado esta polémica que en lugar de ser sobrecargados de forma tan burda lo hubiesen hecho con un tampón en el que viniese escrita la palabra "OFICIAL". No obstante, circularon este estudio da prueba de ello, ya que muestra un buen número de ejemplares circulados con todas las marcas postales correctamente ubicadas.
San Sebastián, 8.01.2013
Arturo Ferrer Zavala.
Es, Presidente del grupo de Trabajo de enteros postales de la Federación Española de Sociedades Filatélicas.-