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Tras un, no demasiado largo, paréntesis invernal, estamos ya ante una nueva temporada de exposiciones; dentro de poco, oiremos hablar otra vez de Medallas de Oro, Vitrinas, Organización, Jurados y todos los elementos propios de los certámenes filatélicos.
Quizás y antes de empezar, sea el momento para hacer una reflexión sobre el sentido de todo esto... ¿ Cual es la razón de ser de las exposiciones? .... ¿ Cuál su utilidad?..., si como parece en algunas ocasiones, su único significado consiste en satisfacer el ego de algunos coleccionistas, realmente no merece la pena tanto esfuerzo, tampoco resulta muy aleccionador pensar que lo único que se pretende es dejar contento al coleccionista dándole una medalla, si este es él autentico sentido de todos estos montajes, me parece muy pueril y me resulta deprimente.
Mirando hacia otro tipo de competiciones, mas o menos parecidas a las nuestras, veremos que, por ejemplo, las exposiciones de perros, que por lo general engendran una gran rivalidad entre los criadores, a los que se premia también con medallas bastante parecidas, están destinadas a la selección de sementales para la cría, en la misma orbita giran las carreras de caballos, aunque estas conllevan unas importantes connotaciones económicas.
Llegados a este punto, cabe preguntar... ¿ Cual es nuestro objetivo en una exposición? Según mi punto de vistas, este debería ser contribuir a la mejora de los trabajos filatélicos que bajo el nombre de “colecciones” allí se exhiben.
No creo sea necesario recordar, que una colección es un estudio, que de forma mayor o menor debe contribuir a un mejor conocimiento global de la filatelia.
Hace un año en la reunión de encargados de grupos de trabajo de FESOFI, pedi que antes de realizarse la inscripción de colecciones para una exposición (sea la que sea, con tal de que sea de carácter competitivo) se conociera la relación de los jurados encargados de calificarla, comprendo que esto a nivel FIP. es un tanto complicado pero a nivel Nacional donde nuestros estudios están dando sus primeros pasos, parece más sencillo... Pues bien no hay forma de hacerlo...
Pongo por caso ¿ Para que me sirve a mi presentar una colección sobre Argentina en una exposición FIP? Que va a calificarla un jurado Australiano, que por no saber de Argentina, no tiene ni idea de su ubicación en el mapa-mundi, y que me va a dar una calificación mas o menos parecida a la anterior, e incluso en algunos casos (recuerdo con horror Sofia) con explicaciones totalmente equivocadas.
Señores... presentar una colección en una exposición FIP. es caro, mas de 500 E de media, y la inutilidad de ese gasto, en los casos que indico es manifiesta.
Si miramos el problema desde otro ángulo, vemos que no existe ningùn perjuicio para la organización anunciando las listas de jueces con anterioridad, y mas si tenemos en cuenta que en la mayor parte de las exposiciones no se suelen admitir mas allá de un tercio de las colecciones cuyas hojas de inscripción han sido presentadas.
Si queremos dignificar las exposiciones y convertirlas en algo que pueda ser interesante, desde un punto de vista intelectual, no hay otra solución que anunciar la relación de jurados, antes de que se lleven a efecto las inscripciones, así el expositor podrá saber si le interesa o no la opinión del teórico especialista, y en su caso tomar la decisión de presentar su colección.
Sé que este articulo lo leerá bastante gente, y también sé que lamentablemente no cambiará nada, recuerdo esta anécdota. En cierta ocasión un muy importante directivo filatélico, ante un grupo de filatélicos de categoría parecida, que tenían que tomar una serie de decisiones hizo la siguiente pregunta ¿ Bueno... como vamos ha hacer esto, bien o como siempre?... se hizo como siempre.
Arturo Ferrer Zavala
Publicado en “El Eco Filatélico” del mes de Abril.