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Acaba de salir a la luz el último libro de Carlos Echenagusía, que trata en esta ocasión de la Historia Postal de Cuba, (Intervención Norteamericana años 1898-1902). Es un libro excelente y de cuya aparición todos los filatelistas podemos sentirnos satisfechos. Desgraciadamente no son muchos los libros que se publican sobre filatelia Americana y menos los de esta categoría.
La obra viene prorrogada por Yamil H. Kouri, quien en su vida laboral es un prestigioso oncólogo americano, y en su vida privada un muy apreciado y querido amigo de todos los que tenemos el gusto de conocerlo, además de ser posiblemente uno de los máximos estudiosos de la filatelia hispano-americana. También hay una introducción del muy simpático y omnipresente, en estos momentos, Eugenio Quesada. El libro, viene presentado en un papel excelente, en formato "Revista", y cuenta con 253 páginas impresas a todo color, con gran número de ilustraciones. Podríamos afirmar sin miedo a equivocarnos que se trata de una pieza clave para el estudio filatélico de la zona y que no debe faltar en ninguna biblioteca.
En lo que a nosotros respecta, tiene una sección importante dedicada a los enteros postales de esa época, que comienza en la página 159 y se extiende hasta la 169, aunque también en otras páginas, y por motivos diferentes a los propios del estudio de los enteros, aparecen reproducciones de los mismos, como en la página 217, en la que aparece un bello entero postal americano, circulado desde Pinar del Rio a Oakland el 6 de marzo de 1899.
Dado que el tema trata solamente de la "intervención americana", se omiten todos los enteros anteriores y posteriores a la misma. No hay que olvidar que la historia de los enteros postales cubanos empieza en el año 1878 en el que ya se sobrecargaron enteros españoles para las islas, como se hizo durante los años 1879, 1880, (con varios tipos diferentes de formato) 1881, 1.882 (tres series diferentes ), 1888, 1890, 1892/96 y 1894/96 hasta llegar a 1898 (año en el que comienza el estudio) en el que los enteros sobrecargados, por razones obvias, en lugar de ser los españoles fueron los americanos, que se estuvieron utilizando hasta el año 1904, cuando el Gobierno cubano emitió sus primeros enteros postales no sobrecargados. Lamentablemente nos quedamos con las ganas de que tan excelente trabajo no se extienda a épocas anteriores y posteriores.
En lo concerniente a los sobres ocurre algo parecido. Estudia la época americana, al igual que en la emisión de fajillas impresas en 1899 de la que se hace una pequeña referencia.
Esperamos que Carlos se anime a completar esta excelente obra y a publicar un segundo y quizás hasta un tercer libro de la Historia Filatélica de Cuba en la se abarquen los periodos restantes. De todas formas vaya nuestra más sincera enhorabuena por esta primera entrega.