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La propuesta original de Rowland Hill establecía la obligatoriedad de uso de un sobre en el que debían colocarse las cartas, y que serviría como prueba del pago de la tarifa. Si bien la estampilla acabó imponiéndose sobre esta primera idea, esta última no fue abandonada y, junto con el "Penique Negro", se puso a disposición del público un sobre cuyo valor era el de la tarifa postal y que se utilizaba sin necesidad de estampillas.
El diseño de los sobres se encargó al pintor costumbrista irlandés William Mulready (1786-1863).
William Mulready |
Igual que las estampillas, los sobres cubrían las tarifas de uno y dos peniques; para la primera el sobre era negro y para la segunda azul.
Sobre de Mulready. Dos peniques azul |
Los sobres eran en sí mismos una innovación, pues hasta entonces el porte de correo tomaba en cuenta el número de pliegos que se enviaban, por lo que se prefería doblar la hoja y colocar en ella misma la dirección, lo que evitaba pagar un valor adicional por un pliego extra: el sobre.
Los sobres Mulready se hicieron en dos formatos, al estilo de los actuales aerogramas. El primero era una esquela y el segundo un pliego rectangular que se doblaba para convertirlo en sobre.
Sobre desplegado |
Rowland Hill pensaba que los sobres iban a ser mejor recibidos que los sellos, pero ocurrió todo lo contrario. La estampilla tuvo una gran acogida pero el diseño de Mulready no fue del gusto de los británicos y se convirtió en blanco de críticas y sátiras. El primero de enero y el dos de abril de 1841 se pusieron en circulación nuevos enteros diseñados por William Wyon, el autor de la medalla que sirvió como base para diseñar el penique negro, y los sobres de Mulready que no se habían vendido fueron destruidos.
Pese a su poco éxito inicial, los sobres siguieren usándose. Habían nacido los enteros postales.