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Capitulo primero: Crónica de la jornada de inauguración.
El local en el que se ubicó la exposición es un edificio acristalado de grandes dimensiones (en N.Y. todo es desmesuradamente grande), un amigo me indicó que se utilizaba como lugar de apoyo para el célebre maratón de N.Y. lo cual quiere decir que en teoría podrían entrar en el unas 45.000 personas, este edificio está compuesto por varias naves, unidas entre sí y en su frontal tiene también una plaza de gran tamaño.-
En una de esas naves estuvo ubicada la exposición y en uno de los anfiteatros que había dentro de la misma se celebró la ceremonia de inauguración más sobria que he visto en mi vida, y que conste que ya llevo varias “docenas” de exposiciones F.I.P...-
En el gran escenario, había cinco sillas, un atril para el orador y una cinta sujeta por dos pivotes, a los laterales del mismo había dos pantallas de gran tamaño.
A la tribuna subieron cinco señores, que según el programa eran: el presentador Jamie Gouche, en representación del ejercito el Vicealmirante Joseph P.Mulloy, en representación del correo americano James Cochrane, el Presidente del Show Wade Saadi , y Estuart Weitzman por la organización.
Todos hablaron unos diez minutos cada uno, lo que no sé muy bien es lo que dijeron, porque yo no sé ni una palabra de Ingles, y ellos o no conocían o no se dignaron en decir una sola palabra en otro idioma, algún “alma caritativa” me dijo que hablaron sobre lo bien que lo habían hecho y lo orgullosos que estaban por ello.-
Me llamo la atención (en algo hay que entretenerse), que de los cinco dos llevaban calcetines de lana (un día de calor agobiante) otro (el marino) como dirían los taurinos color “primera comunión”, esto es blancos como lo exige su uniforme, otro marrones, se puede decir sin miedo a equivocarse que iba vestido de marrón de la cabeza a los pies, por ultimo uno llevaba unos calcetines negros, cruzados por unas rayas verde-fosforito tremendamente espectaculares.-.-
Tras la primera intervención apareció por el centro del anfiteatro, la Enseña Nacional, acompañada por otra cuya identidad desconozco, iban custodiadas por dos soldados que portaban fusiles de museo, el que iba delante de las banderas era de mediana estatura y con voz seca y firma marcaba el paso, cuyo sonido se escuchaba en todo el local.-
Lo que me extraño es que exceptuando ese soldado los otros tres eran unas chicas regordetas de amplias nalgas….
No sé… así como en un convento de monjas, uno no espera ver a un musculoso infante de marina de mandíbula cuadrada, vestido de novicia, en un acto de este tipo se espera que los portadores de las banderas….
Tras dar un corto paseo, hicieron un “presenten armas” y otro marinero canto “a capela” “América América” la verdad es que lo hizo muy bien.-
Un señor apareció vestido a la moda de 1.800 (por lo que se ve representaba al director de correos que introdujo el sello en U.S.A.) y como debía de ser un actor declamo muy bien y no como los de las intervenciones anteriores, en las que dos de ellos lo hicieron a gran velocidad y otros dos intentaron sin demasiado éxito imitar ese sonido gutural (glu tuglu gutuglu) con el que pronuncian los ingleses su idioma.-
Al final de las intervenciones, con una inmensa tijera se cortó la cinta en el escenario.-
Desconozco los motivos, pero la verdad es que eche de menos la presencia del señor Thay en la inauguración de una exposición F.I.P., en mi larga relación con este tipo de exposiciones, es la primera vez que un Presidente de la organización no ocupa un lugar destacado en la ceremonia de inauguración.-